Dalai Lama
Mi verdadera religión es la bondad. Si la practicamos en nuestra vida, no importa si sabemos mucho o poco, o si creemos en la próxima vida o no, en Dios o en Buda. En nuestra vida cotidiana tenemos que ser pasivos. Ése es el pasaje a la luz.
La esencia de la vida espiritual está formada por nuestros sentimientos y nuestras actitudes hacia los demás.
Hablamos mucho de la paz, pero ésta sólo puede existir cuando el ambiente es propicio. Debemos crear esta atmósfera y para hacerlo debemos adaptar la actitud correcta. La paz, básicamente, debe nacer en nosotros mismos.
El cariño paternal, el contacto físico, la ternura amorosa hacia todos los seres vivos, la responsabilidad social y la atención especial a los menos privilegiados, todos estos conceptos son tan simples de entender. Entonces, ¿por qué su práctica parece costarnos tanto?.
Es mucho mejor hacer amigos, comprender mutuamente y hacer un esfuerzo para servir a la humanidad, antes de criticar y destruir.
Ya sea que podamos lograr la armonía mundial o no, no tenemos mejor alternativa que trabajar hacia esa meta.