La postura de la cobra

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El abandono de la dimensión espiritual en la sociedad moderna ha traído la desconexión con el mundo interno sabio y compasivo, y con las cosas que de verdad importan. De acuerdo con los grandes maestros, solo existen dos emociones en el mundo: el amor y el miedo, y este último es el que genera la mayor parte de los males de nuestro tiempo y donde se fundamenta el decadente sistema planetario. Una de las posiciones de yoga cuya práctica constante vence al miedo es Bhujangasana, la postura de la Cobra, cuyo veneno representa la muerte, pero también la vida. Psicológicamente, la imagen de la serpiente “implica el miedo a ser vencido inesperadamente por el veneno que la vida nos inocula a cada rato, el derrumbe de la economía, de la salud, de la vida misma”. El veneno de la cobra es mortal y, sin embargo, el hecho de que domine el arte de cambiar de piel es símbolo de renovación y resurrección. La energía que sostiene el universo y le da sustancia —y por ende a cada uno de los seres sintientes— está representada en la India con los rasgos de la serpiente, y el yogui es el maestro de ese poder. La serpiente representa la fertilidad, el nacimiento, la muerte, la sabiduría, el bien y el mal. La energía Kundalini simboliza este profundo poder que permanece en estado latente en la base de la columna vertebral: “El ser humano debe encontrar la sabiduría como una necesidad absoluta, a fin de prolongar la vida, pues la progresión hacia la iluminación es muy lenta. Las serpientes se desplazan prácticamente sin ruido, la sabiduría se acerca del mismo modo. Pero también, la tentación avanza en silencio y con lentitud y de repente nos enfrenta y exige decisiones rápidas. Constantemente, la cobra debe mudar de piel para crecer. ¿Cuántas veces debemos dejar de lado la vieja piel para que un nuevo ser vea la luz?” Bhujangasana es una de las 12 posiciones básicas del yoga que, según Swami Sivananda, maestro y yogui hindú —autor de más de 300 libros—, proveen los mayores beneficios para el cuerpo y la mente. La Cobra, o una postura muy similar, fue descrita por primera vez en el Hatha Ratnavali de Srinivasa Bhatta, un tratado sobre yoga y tantra de 1600 dC y la incluye en su lista de “84 asanas clásicas enseñadas por el Señor Shiva”. En la postura de la Cobra apoyamos las palmas de las manos en el suelo, extendemos total o parcialmente los codos y realizamos una gran extensión de la columna, con lo que se enciende Kundalini. La pelvis sigue apoyada en el suelo y la musculatura del tren inferior está activa. La cabeza mira hacia adelante, de modo que la zona de las cervicales permanezca alineada.  (Con información de Facebook: Shantiyogacatamarca y milenio.com) marien@caminoamarillo.net @marien_caminoa7 https://www.milenio.com/opinion/marien-estrada/yoga/la-postura-de-la-cobra?fbclid=IwAR18_B5Td2qgT4xcyqdv8rfbs3wVoeLlz6mMit9EbEu9tK78kuhOw-JCc7U

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