Meditaciones
La meditación en kundalini yoga, activa y dirige la
energía desde la psique hacia las partes de la persona que necesitan cura. Como
ciencia aplicada, utiliza la respiración, los mantras y los mudras, con una
duración basada en la numerología. Todas estas formas conducen a la persona
hasta la realidad última, a conocer el ser.
En la meditación pellizcamos y ajustamos aspectos de nuestra persona a nivel
astral. Esta dimensión nos permite realizar un trabajo permanente. El reino
astral es el patio sutil al que podemos acudir a actualizar nuestras viejas
creencias, actitudes, esquemas y rasgos de carácter que han dejado de
servirnos.
La meditación limpia la mente subconsciente, borra los miedos y problemas que
nos impiden actuar como realmente somos, silencia el ruido interior y nos
transporta a un lugar donde reinan la paz y la entrega absolutas. Su práctica
diaria le cambiará la vida de arriba a abajo.
Para aprovechar todas sus ventajas, se ha comprobado que
si se practica durante periodos de 40 días propicia un cambio permanente. El
número 40 está cargado de valor místico. En la antigüedad era el tiempo que se
tardaba en cambiar la condición humana. Jesús pasó 40 días retirado en el
desierto; 40 días y 40 noches fueron los que transcurrieron en el arca de Noé;
Moisés tardó 40 años en cruzar el desierto con su pueblo y para poder estudiar
la cábala los hombres necesitan haber cumplido los 40 años de edad en la
cultura judía.
Se sabe que para romper un hábito o un patrón de conducta
se precisan 40 días. Para conseguir este efecto mediante la meditación, debe
practicarla a diario durante los 40 días; si se salta un día, tendrá que volver
a comenzar desde cero. Anote en un diario todo lo que ocurra. Aproveche también
para lleva la cuenta de los días.
Durante la meditación nos convertimos en una puerta de
entrada a la energía cósmica. La vibración del Cosmos se descompone a través de
la antena (el mudra) y entra por la puerta (el cuerpo); una vez en nuestro
interior despierta a nuestro ser latente. Las heridas interiores se curan
meditando. Si no medita, el dolor acabará reflejándose en algún otro aspecto de
la vida. Tendemos a evitar la meditación por no comprometernos. Nos da la
sensación de que nos falta tiempo y de que estamos demasiado ocupados. Meditar
es escuchar nuestro ser. ¿Está realmente tan ocupado que no puede pararse a
escuchar lo que dice su voz interior? ¿Realmente le falta tiempo para dedicar
su atención a las palabras que expresan su verdad última?
Al principio es posible que meditar le resulte difícil ya
que en cuanto la mente empiece a liberarse de su confusión le asaltarán
numerosos pensamientos e imágenes. Cada pensamiento contiene su auténtica
esencia, incluso los más negativos. Normalmente somos incapaces de soportar
esos pensamientos negativos, por lo que
decidimos enterrarlos. Cuando emergen durante la meditación, los
permitimos salir, si emitir juicios, nos convertimos en un simple (observador)
de la presencia que se oculta tras los pensamientos. Al liberar el pensamiento
se purifica el alma.
Tiempos
En kundalini yoga se da mucha importancia a la duración y
al número de repeticiones de los ejercicios. Todos los tiempos y frecuencias
dependen de la numerología sagrada, así como de la vibración cósmica de los
números. Una meditación puede durar 3, 11, 31, o 62 minutos.
Tres minutos
Una postura o meditación de tres minutos actúa sobre el
aura. Tres minutos es lo que tarda un glóbulo sanguíneo en salir del corazón,
viajar por el cuerpo y regresar de nuevo al corazón. Por tanto, en este tiempo
todo el cuerpo puede recibir la información enviada durante la meditación o la
postura. El glóbulo sanguíneo contendrá la vibración o mantra, el enfoque del
ejercicio, los ajustes químicos de la respiración y la invocación del mudra.
Una vez se haya transmitido el mensaje de la meditación a todo el cuerpo
físico, el aura lo reflejará.
El 3 simboliza los tres aspectos que nos definen: mente,
cuerpo y espíritu, así como los tres
aspectos que definen a Dios: crear, sostener y deshacer.
Once minutos
Numerosas meditaciones duran 11 minutos cuando se empieza
a practicar yoga. Es el tiempo que se requiere para estimular el sistema
glandular. Así pues, mantener una meditación durante 11 minutos nos permite
trabajar las glándulas. Como se ha explicado, el sistema glandular es el
responsable de nuestro bienestar, de cómo nos sentimos por dentro. Al segregar
determinadas hormonas, se promueven sentimientos de felicidad, vitalidad y
plenitud. Cuando no segregamos suficientes, aparecen en su lugar sentimientos
de apatía, pérdida de sentido e irritabilidad. En un sistema glandular
equilibrado, todas las glándulas segregan los niveles de hormonas adecuados y
permiten a la persona disfrutar de equilibrio emocional y estabilidad. Por
tanto si utilizamos el número 11 se
descompone en 1 + 1 = 2. En el número 2 vibra la energía de la luna, que se
conecta siempre con los reinos emocionales. Nuestras emociones crecen y menguan
con la Luna.
Treinta y un
minutos
Si descomponemos este número, obtenemos que 3 + 1 = 4. El
número 4 representa la estabilidad, la solidez y la base. En numerología, se
dice que representa al hombre. Cuando meditamos durante 31 minutos, trabajamos
el sistema nervioso. Es el tiempo que se tarda en estimular los tres sistemas
nerviosos del cuerpo. El sistema nervioso es el responsable de darnos impulso,
resistencia y capacidad para enfrentarnos a las numerosas dificultades que nos
plantea la vida. Es el que nos da fuerza cuando se acerca el huracán.
Sesenta y dos
minutos
Tenemos que 6 + 2 = 8. El número 8 representa el
infinito. Su trazo no tiene fin, por lo que al dibujarlo podríamos seguir su
forma eternamente. Siempre se ha asociado a lo imperecedero. Al meditar durante
62 minutos, se estimula el cerebro frontal, que a su vez estimula las glándulas
pineal y pituitaria de la cabeza. A lo largo de toda la meditación, se trabajan
el cuerpo físico, las emociones, la mente y ahora la comunicación con nuestra
parte divina.
En estas dos glándulas se encuentra la puerta de nuestra
conciencia superior. Sus secreciones elevan nuestra Conciencia a un nivel muy
superior al que utilizamos en nuestra vida diaria.
Yogi Bhajan sostiene que con 62 minutos se puede empezar
a ver a Dios en todas las cosas.
Dos horas y
media
La tradición establece en dos horas y media el tiempo más
largo que se le debe dedicar a la meditación en kundalini yoga. Son 150
minutos. Si descomponemos esta cifra, tenemos que 1 + 5 + 0 = 6. El número 6
representa el planeta Venus, la energía del amor. Cuando se trabaja durante dos
horas y media se invoca el amor de Dios. Este amor se conoce con el nombre de
Bhakti, que significa devoción. Se trata del don de los Siddis, los poderes
mágicos que se adquieren con el yoga. Son un secreto muy bien guardado, pero
existen. En India los Siddis se ha demostrado de muchas maneras: a través de la
levitación, la manifestación de objetos o la capacidad para estar presente en
varios sitios al mismo tiempo. En esta fase de la práctica del yoga es donde resulta
más fácil equivocarse. Conseguir poderes mágicos no es el objetivo, sino un don
que se adquiere por el camino.