Nuestra verdadera naturaleza

 In Reflexiones

Nada puedo hacer, pués no soy el hacedor.
Entonces, ¿porqué viajar con el dolor que produce el deseo? El fruto del deseo siempre es la insatisfacción. Si se cumple nunca llena lo esperado y si no, sólo trae la frustación por lo no conseguido. Al final sólo queda el vacio. El dolor surge porque vivimos la separación. Cuando sentimos la unidad, este se disuelve hasta desaparecer. Todo es Uno.
La pantalla del cine es blanca….siempre¡¡¡
Llegamos al cine antes de iniciarse la proyección, las luces están encendidas y podemos observa la verdadera naturaleza de la pantalla, es blanca.
Se apaga la luz antes de iniciarse la proyección y la sala se oscurece y antes nuestro ojos la naturaleza de la pantalla cambia.
Se inicia la proyección y durante unos instantes vemos como se va sucediendo una imagen tras otra y con ellas, experimentamos toda una series de emociones, más o menos intensa depediendo de lo inmersos que estemos en esa ficción.
En ese periodo de tiempo nos olvidamos incluso de la pantalla donde tiene lugar esa historia…(nuestra vida terrenal) nos hemos olvidado totalmente de nuestra verdadera naturaleza.
Se acaba la proyección, se enciende la luz de la sala y de nuevo volvemos a ver la pantalla, tal y como es siempre¡¡¡¡ blanca.
Siempre ha estado ahi y siempre ha sido blanca.
Esa es nuestra verdadera naturaleza, independientemente de si la luz está encendida o apagada, si en ella se proyectan o no las imágenes de nuestra mente, siempre es y será blanca.
En ese lugar es donde debemos poner siempre nuestra atención, más allá de posibles oscuridades, de falsas imágenes. Nada es capaz de modificar nuestra verdadera naturaleza. Sólo debemos concectar con ella. Mantenernos concectados con nuestra verdadera identidad.
Cuando dormimos profundamente y soñamos, vivimos como real el sueño, sólo al despertar descubirmos que dormiamos.
¡¡¡Despierta!!!
Bachan Singh
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