Recordar que no se nada y ¡vivir!
Desde ese punto de desconcierto al que mentalmente llamamos vida. Desde ese punto en el que percibimos que no sucede lo que pedimos y en el que como una criatura mal criada me enfado con el mundo por no cumplir mis deseos. Desde ese punto en el que descubro que no hay nada seguro, ni si quiera esa vida personalizada por mi segundo a segundo. Desde ese punto en el que se siente, hastio, vacio, frustación, cansancio y el que finalmente decides bajar los hombros, relajar los brazos, abandonarte y sentir por fin esa sensación tan intensa en la boca del estómago y de la que huimos como del diablo……por desconocimiento.
Desde ese punto, solo queda sentir, sentir la inmensidad del Ser, sentir que no estoy solo, que nunca lo estuve, que nunca lo estaré, siempre estoy yo, siempre estoy YO.
Mi mirar se vuelve dulce, ya no espero, ya no deseo, solo soy.
Me detengo y respiro, saboreo mi respiración y saboreo la vida.
Todo está bien, todo es perfecto. Sólo vine a aprender.
Debo recordar que no se nada y ¡vivir!
My sweet Lord.
Bachan Singh.